domingo, 5 de julio de 2015

HONGOS PORTOBELLO.




Es gratificante, cada tanto, degustar algún tipo de hongos.


Según la variedad, son sus características. Me refiero a textura, sabor y modo de consumirlo.

Todo hongo debe ser limpiado con un paño o, un papel de cocina. Esto se debe a que no es aconsejable colocar el o los hongos en agua para lavarlos ya que absorben mucha agua y pierden su especial "perfume".

Cuando se compra este tipo de elementos, bien se pueden preparar distintas propuestas, en esta oportunidad, se prepararán dos opciones: Una parte de estos hongos, para una fresca y nutritiva ensalada con lechugas varias y trocitos de hongos crudos; la otra parte, para saltarlos con mucho ajo en fetas y perejil picado.




Aquí tenemos, como "eje" central de los dos preparados al hongo Portobello.


Una vez limpios, procedemos a... "Procesarlos".







Separamos los troncos del hongo, "tallamos" hasta que queden presentables y limpios.







Picamos todas las piezas en trozos que puedan ser "atrapados" por el tenedor.





Sacamos lechugas varias frescas y coloridas.






Procedemos a lavarlas muy bien con agua fría, les quitamos las hojas que estén "mustias", el cabo y demás hasta que se vean bellas.
En un bowl bastante grande, colocamos agua fría y mucho vinagre y "sumergimos" las hojas limpias de las lechugas varias. Las dejamos reposar hasta el momento de enjuagarlas con agua fría y proceder a cortarlas en trozos generosos.





Ya próxima la hora de servir la ensalada, procedemos a colocar las lechugas cortadas y los trozos de portobello, mezclamos suavemente para que, el hongo, "perfume" los trozos de las lechugas.


Ahora, pasemos al preparado de la  otra parte de hongos cortados:

Vamos a necesitar perejil bien fresco y dientes de ajo.






Procedemos a lavar el perejil y picarlo no muy chico, y, los dientes de ajo, los cortamos en fetas algo gruesas para que no se quemen en la cocción.





Ahora, procederemos a la cocción:


Siempre es agradable a la vista, ordenado acostumbrar a la "Mise-en-Place", nos permite tener tooooooooooooodos los elementos preparados como para no "interrumpir" un proceso de cocción.






Poner a calentar un recipiente, con el que disponga. En este caso, utilicé una plancha de hierro fundido.

Colocar un poco de alguna materia grasa, la que disponga en su alacena, para saltar los elementos en tres pasos.





Primeramente, procederemos a dorar las fetas de ajos para "saborizar" la materia grasa.



Luego,





Cocinamos a fuego lento para que no se quemen las fetas de ajos y, los trozos de Portobello, que ya tendrán su breve "lluvia" de sal, comiencen a soltar su propia "agua" perfumada.


Cada tanto revolvemos las piezas para que su cocción sea "pareja".

Unos minutos antes de terminar la cocción, procederemos a agregar abundante perejil picado a la preparación.





Mezclamos todo durante la cocción sólo para que el perejil también suelte su jugo, pero cuidando que no pierda textura ni color.


Buscamos un recipiente, plato o lo que desee para presentar el preparado.





Es tan agradable, tan nutritivo y perfumado que...







Casi, casi, dan ganas de "morder" la foto!.





ADRIANA GROSSI

    05/07/15

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